5 día de la Semana Mundial....un testimonio más de LACTANCIA Y TRABAJO, gracias a la diversidad de profesiones y situaciones de nuestras madres socias.
Gracias María Jose por acercarnos tu historia:
"Me llamo María José y soy militar, de la Armada concretamente.
Cuando nació Alejandro tuve suerte y pude coger las vacaciones a continuación de la baja por maternidad. Entonces estaba destinada en un barco, pero me comisionaron seis meses a una dependencia de tierra.
Allí me sacaba la leche en el único baño de la oficina, porque el otro sitio en el que podía hacerlo estaba bastante alejado de mi oficina y dos pisos más arriba, y yo tenía tanto trabajo que me estresaba sólo de pensar en tener que subir allí.
Y cuando volví al barco, me sacaba la leche en la habitación donde dormimos, sentada en el suelo, entre dos literas, porque el único sitio donde cabe una silla es al lado de la puerta y el pestillo no iba muy bien.
Por suerte, mis compañeros de trabajo (la mayoría de grados superiores al mío) no ponían caras raras cuando yo hablaba del tema o me veían llegar con el bote donde guardaba la leche que me sacaba para meterlo en el frigorífico.
Lo que quiero decir es que el principal inconveniente que he encontrado a donde he ido ha sido la falta de un lugar medianamente acondicionado para estar tranquila mientras me sacaba la leche.
A pesar de eso y de que tuvimos que dejarlo en la guardería a los seis meses (No fue antes gracias a que mi marido cogió sus vacaciones cuando yo me incorporé al trabajo), hemos mantenido la lactancia hasta hoy, incluso durante el embarazo de Gonzalo que ya tiene tres meses.
Cuando me incorpore de nuevo al trabajo, pues seguiré buscando algún sitio donde meterme y estar tranquila el ratito de la extracción. Y a la vuelta a casa, pues cada uno en una teta hasta que ellos quieran.